El verano es una época maravillosa, pero también puede ser peligrosa, especialmente para las personas mayores, ya que las altas temperaturas pueden provocar un golpe de calor, una afección grave que puede provocar daños severos si no se trata a tiempo. ¿Por qué las personas mayores son más vulnerables? A medida que envejecemos, nuestro cuerpo tiene más dificultades para regular la temperatura y la sensación de sed puede disminuir, lo que nos lleva a deshidratarnos sin darnos cuenta. Y es que, para evitar un golpe de calor, beber agua es fundamental, tal y como te explicaremos a lo largo de este artículo.
¿Qué es un golpe de calor?
Para comenzar, vamos a explicar qué es exactamente un golpe de calor, una emergencia médica que se produce cuando la temperatura corporal supera los 40 grados Celsius. Esto es peligroso, ya que puede causar daños graves a los órganos y ser fatal si no se trata a tiempo.
Para detectar que esto está sucediendo, hay que estar atentos a los síntomas de los golpes de calor, que son los siguientes: alta temperatura corporal, piel caliente y seca, confusión o desorientación, dolor de cabeza, mareos o vértigo, náuseas y vómitos, pulso rápido y fuerte y, en casos más extremos, pérdida del conocimiento. Si se tienen estos síntomas, es muy importante buscar atención médica lo antes posible.
Factores de riesgo en personas mayores
Las personas mayores tienen más riesgo de sufrir un golpe de calor por diferentes motivos:
- Disminución de la capacidad de sudoración: El sudor es el mecanismo natural del cuerpo para enfriarse, y en las personas mayores esta producción de sudor puede ser menos eficiente.
- Problemas de salud preexistentes: Enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y problemas renales pueden afectar la capacidad del cuerpo para regular la temperatura.
- Medicamentos: Algunos medicamentos pueden afectar la regulación de la temperatura corporal o la hidratación.
- Movilidad reducida: La capacidad limitada para moverse y buscar ambientes más frescos puede aumentar el riesgo de los golpes de calor.
Consejos para evitar el golpe de calor en personas mayores
Algunos consejos adicionales para evitar el golpe de calor en las personas mayores son los siguientes:
- Mantenerse hidratado: Esto, tal y como te explicaremos más específicamente más adelante, es crucial. Sin lugar a dudas, las personas mayores deben beber agua regularmente, aunque no tengan sed.
- Buscar lugares frescos: Esto se puede conseguir, en un espacio cerrado, con aire acondicionado o ventiladores y, además, cerrando persianas y cortinas para bloquear el calor del sol.
- Vestir ligero: La ropa de colores claros y de tejidos transpirables como el algodón ayuda a mantener la temperatura corporal baja.
- Evitar el sol: En los días de más calor, se debe evitar salir entre las 11h y las 16h, y si no queda otro remedio, es recomendable utilizar un sombrero y protector solar.
- Estar acompañado/a: Las personas mayores deben ser vigiladas regularmente durante las olas de calor, mediante visitas regulares de familiares, amigos o cuidadores.
¿Por qué el agua es tan importante?
Beber agua es una medida simple pero claramente eficaz para prevenir el golpe de calor porque las altas temperaturas o cuando se realiza actividad física, el cuerpo pierde agua a través del sudor y si esta pérdida no se repone adecuadamente, puede llevar a una deshidratación, aumentando el riesgo de sufrir un golpe de calor.
Sin duda, beber agua tiene un sinfín de beneficios, algunos de los cuales son los siguientes: regulación de la temperatura corporal, prevención de la deshidratación, funcionamiento óptimo de los órganos, y mantenimiento del rendimiento físico.
Además, para conseguir mantenerse hidratado, es aconsejable seguir una serie de recomendaciones:
- Beber agua regularmente: No hay que esperar a tener sed para beber agua. La sed es un indicador tardío de deshidratación.
Aumentar la ingesta de agua en días calurosos: Cuando hace más calor, es importante aumentar la cantidad de agua consumida para compensar la mayor pérdida de líquidos por el sudor. - Tener agua a mano: Tener una botella de agua en el bolso o mochila es una buena opción para poder ir bebiendo, ya que así se tendrá siempre al alcance.
- Consumir alimentos ricos en agua: Además de la ingesta líquida del agua, hay que tener en cuenta que frutas y verduras como el melón, la sandía, el pepino y el apio tienen un alto contenido de agua y también contribuyen a la hidratación.
- Evitar bebidas con cafeína y alcohol: Estas pueden aumentar la pérdida de líquidos y favorecer la deshidratación.
Fuentes de agua en residencias: un buen aliado para la hidratación de las personas mayores
Para tener acceso al agua en espacios privados, una buena opción es la instalación de fuentes. Pueden ser colocadas en cualquier tipo de empresa y, para el caso que nos ocupa en este artículo, cabe remarcar que uno de los posibles espacios donde se pueden instalar es en las residencias de ancianos para ayudar a evitar que se deshidraten y, en consecuencia, ahora en verano, que los usuarios de estos centros sufran un golpe de calor.
En Simex tenemos tres modelos diferentes de fuentes de agua diseñadas pensando en la eficiencia y la comodidad, que incluyen un filtro para garantizar que el agua esté limpia y sea segura para beber. Además, incluyen funciones como diseño de bajo consumo y caudal regulable.
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